Yo quisiera que en este mundo hubiera libertad, en el que yo pudiera expresar mis sentimientos pero sigo aquí encerrada sin poder salir.
Cada día pienso ¡Muérete, la vida no importa nada!
¿Por qué existo?
De repente se oyó una voz que rompió el silencio que había.
¡Niñata! ¡sal ahora mismo de ahí!
¡Ven y sígueme!
-Me levante ansiosa pensando que sorpresa me esperaba ahi fuera: tal vez alguien que hubiera venido a saludarme y a alejarme de esta vida tan repugnante que odiare siempre.
-Al salir, apareció un chico de apariencia celtica con una enorme sonrisa dibujada en la cara. Y me dijo:
- ¡hola! ¿Cuál es tu nombre?
-Yo respondí emocionada
- ¡soy Nerea!
-¡Encantado! yo soy Hugo
-¿Qué hacéis aquí?
-He venido a adoptarte y te llevare conmigo
-Aquel chico con su agradable sonrisa y sus preciosos ojos me encandilaron haciendo que cada momento que pasara a su lado fuera lo mejor de mi vida. Tras largos meses de convivencia con Hugo el amor que sentía hacia él comenzó a aumentar
Yo era muy feliz, el también ¿sabes por qué? cuando tenga más papel lo contare